viernes, 2 de julio de 2010

Oligarcas vs. El sector popular



Por:


Melissa Freyre


Guillermo Suasnabar


La oligarquía fue una clase social pequeña. Esta estaba conformada por un grupo de familias cuyo poder se basaba en la propiedad de la tierra, propiedades mineras, comercio de importación-exportación y la banca. Esta grupo se constituyó como parte de un Perú dependiente, con un mercado poco desarrollado y teniendo el papel de nexo entre el país y las metrópolis imperialistas, que eran en esa época principalmente Inglaterra y Estados Unidos. Asimismo, la pertenencia a la oligarquía se daba por el apellido, lazos de parentesco y estilo de vida adinerado. La oligarquía, durante las dos primeras décadas del siglo XX, monopolizó el poder político (a excepción de Billinghurst y Benavides) por medio del cual, neutralizaba a la clase media y marginaba completamente a las clases populares. A continuación, se explicarán las posibles causas del ocaso oligárquico, y un análisis breve que explique cómo el tema de la oligarquía en el Perú se ha manifestado.




Existen ciertos hechos que podrían considerarse las causas del ocaso de este grupo. En primer lugar, el estado que compuso la oligarquía se caracterizó por un pobre desarrollo de los aparatos administrativos, ya que en 1905, en Lima, sede central de la administración, figuraban apenas quinientos empleados públicos. Además, este estado oligárquico solo fue en apariencia un estado nacional, porque había una gran fragmentación regional, los hacendados de Arequipa, las familias de la costa norte dueñas de azucareras, las de la sierra central dedicadas a la minería y ganadería ovina, etc. Otro obstáculo para la integración de este grupo eran las haciendas. El ser dueño de tierras implicaba también el ejercicio del poder político, por lo que los hacendados consideraban como suyos los caminos, tanto así que impedían el paso de los viajeros, clausurando ciertas rutas. Asimismo, la feudalidad, específicamente el gamonalismo obstaculizó la conformación de una sociedad nacional, teniendo igual efecto los enclaves mineros y petroleros que por articularse con el mercado externo (EE.UU.) desarrollaron cierta autosuficiencia y autonomía política.




Por otro lado, en la actualidad muchas de estas características han permanecido vigentes y otras, con el pasar de los años, se han ido desvaneciendo. Si bien es cierto, desde el ocaso de la oligarquía, muchos de los derechos se le han devuelto a los peruanos, la dependencia y sobre todo la deuda económica se mantiene; el vínculo con EE.UU. es muy fuerte y la cuantiosa cifra que se le debe parece arrastrarse por varios años más. El poder político no solo es manejado totalmente por la aristocracia, sino más bien, ahora, pueden las personas provenientes de provincias y de los sectores menos favorecidos del país. Todo esto surge desde los 60´s con las continuas huelgas generadas por los sectores populares producidas por la malversación del manejo del poder político. Las luchas clasistas de obreros y empleados, así como el inicio de una tendencia para lograr su autonomía de clase atacaba el control político que la coalición dominante mantenía sobre la sociedad y estado por intermedio del APRA. (COTLER 1992: 336). Es por ello, que también surge la Comisión de la Reforma Agraria y Vivienda. En resumidas cuentas, el estado perdía el control frente a las diversos problemas tanto económicos, políticos y sociales.




Finalmente, si bien es cierto la oligarquía ha ido decreciendo y son cada vez más los sectores populares, que por ser mayoría, empiezan a ser representantes de nuestra nación. Lo que se busca en este mundo globalizado, es la permanencia de un estilo de gobierno democrático que satisfaga las necesidades de todos su habitantes sin darle preferencia a aquellos, que por poder económico, por ser miembro de una familia cuyo apellido sea catalogado de prestigioso u otro motivo poco sustentable que los prefiera.






Bibliografía:




-FLORES GALINDO, Alberto (1994). Obras completas II. Lima: Fundación andina.


-COTLER, Julio (1992). Clases, estado y nación en el Perú. 6ta edición. IEP ediciones.



viernes, 4 de junio de 2010

¡Chúpate los dedos Perú!


Por: Suasnabar Justano, Guillermo

Nuestro arte culinario ha traspasado fronteras, nadie puede atreverse a decir que el cebiche no e s peruano ni mucho menos que el pisco es chileno. Los chupes de camarones, los piqueos, la causa, las pachamancas, los cebiches, el lomo saltado, el ají de gallina, los picarones o el suspiro a la limeña. El sabor peruano es envidiado por muchos países en todo el mundo que tras muchos intentos por copiar o imitar incluso, peor aún, apropiarse de dicho plato; es que la sazón de nuestro país cautiva a todo aquel que lo prueba por primera vez. Comer un Lomo Saltado en Lima, Trujillo, Arequipa da lo mismo, pues todo peruano o extranjero se deleita al probarlo. No escapa a la realidad, el hecho de que así como hay quienes apreciamos nuestra comida, hay otros, también quienes no la valoran. Sin embargo, nuestros platos se han vuelto de exportación, la cantidad impresionante de restaurantes en el extranjero son la explicación de la gran demanda que cada día va en aumento.

Todo este boom gastronómico tiene una historia y surge con la migración del campo a la ciudad. Las migraciones masivas a las ciudades no eran simple traslado de gente. Ellos traían consigo sus costumbres, su cultura culinaria, sus insumos que se mantuvieron por un tiempo en una suerte de marginalidad. Pasaba que hasta las altas esferas gubernamentales y sociales guardaban cierto sentimiento de inferioridad con la comida nacional. Era evidente el menosprecio por lo sabrosamente autóctono y la debilidad patológica por lo que viniera de afuera, y si era de Europa mejor[1]. Los banquetes que se servían, incluso en Palacio de Gobierno solía ser comida perteneciente al viejo continente y sus chefs; por lo general, eran suizos o franceses. Al cebiche, nuestra insignia culinaria, nadie le consideraba un plato para compartir en la mesa de la oligarquía. Salvo los mercados populares, caletas y mesas de la clase media (o lo que quedaba de ella), el plato marino era una especie culinaria a la cual se le denegó mucho tiempo el derecho de ingreso a los grandes comedores. Y si hablamos de libros que resumieran nuestro acervo gastronómico, que compendiaran las recetas de doñas, pues casi nada. Hace quince años los dedos de la mano sobraban para contar los libros de comida autóctona. No había más que una escuela de cocina y nuestra comida era una gran desconocida en el exterior.
[1] Cfr. Valderrama 2010:1
Hoy, sin embargo, la situación es totalmente distinta. Nuestra comida se sirve en aviones y trenes de lujo, se lee en las más respetadas publicaciones de comida gourmet y pasea sus aromas en festivales internacionales y programas de la televisión. La cocina está de moda en los medios de comunicación masivos peruanos. No solo se propalan programas gastronómicos en la televisión y en la radio y se hacen reportajes en revistas y diarios. El tema gastronómico aparece en todos los demás programas y la cocina esté presente en programas de viajes, cultura y entretenimiento. Pero quizá el aporte más grande de la gastronomía peruana no se refiere al aspecto económico, sino al cultural. (Valderrama 2010:9).Se ha convertido en un factor de reafirmación de nuestra identidad, de revaloración de comidas regionales y de nuestros productos agropecuarios. Todos los platos son una mezcla de sabores y culturas que se unen para deleitar a todo aquel que le provoque probar, por ello no debe dejarse de lado que en cada plato peruano que se prepare existirá detrás de él, más de quinientos años de historia.

Finalmente, platos como el cebiche, el ají de gallina, el lomo saltado y en todas las mencionadas líneas más arriba son y serán los preferidos por todos los peruanos; y debemos sentirnos orgullosos de que el paraíso gastronómico se encuentre en nuestro país. Y si hay algo en lo que los peruanos nos parezcamos es nuestro arte culinario, y eso jamás desaparecerá porque nuestra historia será imborrable.

Bibliografía:

VALDERRAMA, Mariano (2010) El boom de la cocina peruana. Lima-Perú.

Ser Peruano en el Perú

Por: Mayra Taipe

Los peruanos sabemos en realidad lo que somos en nuestro propio país? La identidad del peruano como ser humano se encuentra hoy en día muy vaga, ya que no somos capaces de definirnos como una unidad, por ejemplo, le preguntamos a un joven rubio de ojos azules, ¿Eres cholo? Y nos responderá: No lo sé, supongo que sí.
En nuestro país nos encontramos inundados de los “no se”. Esto no se refleja solo en nuestra actualidad, sino también en muchos de los ayeres, personas que han vivido en el S. XX y en este el S. XXI pueden corroborar esto; como lo plantea Nugent, “casi ningún peruano vivo en la actualidad puede decir que ha crecido y envejecido en una misma sociedad” (Cfr. Nugent 2001: 471). Dicha sociedad que ha ido evolucionando, pero así mismo ha mantenido algunas dudas de lo que significa ser o no peruano, es decir la falta de identidad.



¿Cuando se estereotipa al peruano que es lo primero que se le ocurre a una persona? Pues, el color de piel cobrizo, quizás también el cabello trinchudo y obviamente la baja estatura. Pero en realidad eso no sería un estereotipo o una descripción de lo que es la choledad? En realidad, somos un país tan multicultural que no podríamos decir fulano o mengano es peruano por cual o tal rasgo. Morote, plantea que el peruano piensa que es peruano, pero sin embargo no todo los peruanos son sus compatriotas, tampoco son sus conciudadanos, y ni siquiera todos sus paisanos. Nos dice, que no todos conocen en realidad la palabra “compatriota” y que esto provoca que no se le pueda llamar así a todos, pone de ejemplo el encuentro con una persona de la selva, un shipibo, que al no saber lo que es “compatriota” lo miraría y pensaría que es algún político que quiere simpatizarle. Por otro lado hace énfasis a una verdadera realidad que no se puede dejar pasar, la frialdad de los limeños que se horrorizarían si “un cholo patalaca” lo abrazaría diciéndole con voz emocionada y serrano acento, “queredo compatriota”. (Cfr. Morote 1992: 59)

Lo planteado por este último autor hace énfasis a la realidad que tenemos, por ejemplo, se inferioriza a una persona que tiene como lengua materna el quechua, si bien es cierto, maneja un castellano no bien hablado pero intenta acomodarse a las necesidades de una capital “perfeccionista”, que lo único que hace es excluirlo por el asentó serrano, que para mucho no es “nice”.

Por otro lado, se puede observar nuestra falta de identidad por un hecho tan simple como: observar nuestra gastronomía. ¿Sabemos lo que en realidad significa la palabra cebiche? La mayoría estoy segura que no, pero cuando se hace un reconocimiento mundial, los primeros en alzar el pecho somos los más desinformados del tema. Así mismo, ocurre lo mismo con el Pisco, que en los últimos años ha sido un tema muy polémico. Titinger hace referencia a este tema con una estrofa muy cierta “(…) Hasta que en un aviso publicitario recordó que en Chile también se tomaba pisco. <> se convirtió de pronto en un slogan nacional y el consumo del pisco aumento en casi un cien por ciento. Gracias a Chile. En contra de Chile. Al final es lo mismo: la peruanidad es sólo un acto reflejo, y una pataleta, una identidad nacional.” (Cfr. Titinger 2006: 16)



Nuestra identidad como peruanos sale a relucir cuando ganamos algún premio, cuando ganamos un partido de futbol, cuando nos dicen que nuestra gastronomía es una de las mejores del mundo, cuando decimos que todo pasado fue mejor (así no sea cierto, es lo que queremos creer). Como sociedad, aún no olvidamos viejo conflictos y a la vez no aceptamos nuestros orígenes; entonces ¿qué es lo que el peruano busca en realidad? ¿O solo cuando las cosas son positivas somos peruanos en el Perú?




BIBLIOGRAFÍA


TITINGER, Daniel (2006) Dios es Peruano. Lima: Planeta

MOROTE, Herbert (1992) Réquiem por Perú mi patria. Lima: Palao

NUGENT, Guillermo (2001) Los muchos ayeres y el instante Colectivo. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú

jueves, 3 de junio de 2010

Mestizaje y pluriculturalidad: ¿problema u oportunidad?

Por: Melissa Freyre


El mestizaje y la pluriculturalidad son dos rasgos del pueblo peruano. Estos en ocasiones son vistos de forma negativa, no solo por la visión de quiebre entre grupos y la falta de unidad nacional, sino también, como la dominación de ciertos grupos contra otros, ya que aún en nuestros días se quiere imponer la cultura occidental y erradicar los elementos “populares” y andinos. Esta lucha entre culturas está presente desde hace siglos y deberíamos preguntarnos, ¿hasta cuándo permanecerá? Por medio de este texto, se tocará el tema del mestizaje y se presentará una forma positiva de ver nuestra pluriculturalidad.



Antonio Cornejo Polar en su texto “La cultura nacional” nos explica que el mestizaje es una realidad en la que estamos sumergidos, mientras que la ideología del mestizaje es una cuestión muy diferente. Mediante esta ideología se postula por lo general que bastaría el mestizaje para que se solucionaran los conflictos básicos del país. Esta forma de ver al mestizaje como una unión no conflictiva y como armonía entre grupos es más que nada una manera imaginaria de conciliación, mientras que en nuestra realidad social observamos que las relaciones entre grupos étnicos son de dependencia, opresión y hasta rechazo. La ideología del mestizaje comenta que es de cierta forma una visión oligárquica, poniendo como ejemplo a Chocano, el cual reconoce su doble ancestro incaico y español, pero sin embargo, expresa su ideología ligada a la burguesía, que busca representar a otras clases, pero de cierta forma las subordina para afirmar el poder de la vieja oligarquía hispanizante. Asimismo, menciona que detrás de los juicios contra lo indígena no hay ciencia, sino solamente ideología, la ideología de la clase-casta dominante (Cfr. Cornejo 1981:12).



Por otro lado, posiblemente, son muchas las personas que ven nuestra pluriculturalidad como un aspecto negativo, como una causa de nuestro atraso y de nuestros problemas. Sin embargo, si la viéramos desde otro enfoque, podríamos apreciarla como una riqueza. Por un lado, si la aceptamos nos estamos aceptando a nosotros mismos, porque como ya se mencionó somos mestizos y esto nos aliviaría en gran medida, permitiendo que vivamos en armonía, dejando de existir los oprimidos y los culpables. Asimismo, podríamos enriquecernos en gran medida y aprender de las diferentes culturas, valorando de esta forma, nuestra diversidad. Esta variedad no tiene porque significar atraso, sino desarrollo, en las industrias con los muchos productos que ofrece nuestro país de las diversas regiones, en el turismo con los hermosos y diferentes destinos de viaje, en la gastronomía con nuestras fusiones culinarias únicas, etc. En realidad, el Perú es rico en muchos sentidos, lo que falta es saber aprovecharlo.



En conclusión, el mestizaje y la pluriculturalidad son aspectos que se encuentran muy presentes en nuestro país. Estos no deberíamos verlos de forma negativa, sino, de una manera positiva, aprovechando nuestra riqueza y diversidad. Posiblemente, el camino para lograr la unión nacional sea justamente la aceptación y aprecio de nuestras diferencias, dejando de lado los prejuicios y la discriminación. ¿Porqué discriminar si al final todos somos mestizos?





Fuente:

CORNEJO POLAR, Antonio. (1981) La cultura nacional: problema y posibilidad. Lima: Lluvia editores.

La identidad nacional fragmentada como una realidad proveniente del pasado

Por Erik Lora

La sociedad peruana, particularmente la limeña, se desenvuelve en un ambiente donde la falta de identidad con la propia nación produce una serie de patrones, mencionados posteriormente, que se repiten a través de grupos marcados. La falta de identidad se genera en dos circunstancias: la diversidad y la jerarquización social proveniente de la época de la Conquista.

El Perú tiene la característica de ser un país muy variado en cuanto a geografía, esto se ve representado en las tres regiones naturales: costa, sierra y selva. Las consecuencias de esto pueden ser vistas como muy positivas si se habla de riqueza cultural y natural. Sin embargo, esto también genera un problema para que la sociedad se pueda identificar con una vertiente cultural común. (Cfr. Arróspide de la Flor 1979: 429-430)

Históricamente hablando, la ausencia del concepto de identidad empieza a construirse con la aparición de los españoles en tierras sudamericanas con ideas totalmente distintas a las de los habitantes nativos del Perú, generando de este modo la exclusión de dos grupos. En primera instancia, el incanato se caracterizó por su organización política. Esta se regía por una serie de normas sociales en las que se incluía a toda la sociedad, es decir, a los diferentes grupos sociales que existían. Sin embargo, en la época de la conquista, el Tahuantinsuyo se encontraba desestructurado y expuesto a una ruptura. (Cfr. Arróspide de la Flor 1979: 431-433,441). Es por esto que, esta organización que permitió en un principio la unión de estos grupos sociales, no resistió a la conquista de los españoles, y generó perspectivas ideológico y políticas distintas entre la organización colonial y la sociedad andina. Es así como se produjeron las contraposiciones de estos dos grupos sociales que difieren tanto económica, cultural y racialmente. (Cfr. Montero 1995: 17-19)

De esta forma, la diferencia de grupos sociales nació cuando la sociedad colonial trataba a cada individuo según el mundo social del que venía. En otras palabras, la pureza racial y social se convirtió en algo muy importante para los españoles. Cabe resaltar que este pensamiento no se formó en la colonia. El conflicto que se conoce con relación a personas de diferentes culturas, religiones y lenguas había empezado con la “limpieza de sangre” primero en órdenes religiosas y luego en el órden político en España. (Cfr. Manrique 1996: 25,26). De esta forma, cuando los españoles llegaron a América, ya tenían una visión racista que iría a afectar directamente a los indios del lugar. Esta es la “herencia colonial” que generó la estratificación social que aún existe en la actualidad.

La dificultad de definir una identidad sólida radica en los problemasque actualmente rodean a los peruanos: la pobreza, el clasismo, el racismo y la violencia. (Cfr. Montero 1995: 17-19). Estos problemas tienen otro punto en común: la idea del pesimismo. La persistencia y naturalidad del derrotismo es una vivencia colectiva vigente en la realidad social peruana que engrava la situación.

“Las condenas del pasado y los azares del presente son presentados como una “naturaleza humana”; son las maneras que tenemos para reconocernos o rechazarnos en los laberintos de nuestro espacio social. La desgracia criolla básicamente consiste en esto: la necesidad de mantener una discriminación a partir de un elemento “no criollo””. (Nugent 1992: 82)

Es de esta manera como el pesimismo produce que la jerarquización de clases sociales y de razas aún se mantengan. Además, esta desigualdad crea una especie de ventaja y de dominio para el que es más fuerte. Un ejemplo de esto ha sido el movimiento de Sendero Luminoso en el que destaca el valor persuasivo de la crueldad como elemento disciplinario.

Por otro lado, a pesar de la idea de modernidad como un ideal por la eliminación de todo tipo de exlusión y falta de reconocimiento expuesto en párrafos anteriores, la realidad supone la existencia de personas con un puesto de trabajo particular y por lo tanto con una clase social particular a la cual pertenecer como seña de identidad. De este modo si una persona es violenta, representará esta violencia como una característica de su grupo social que será manifestada contra los miembros de otras clases sociales. (Cfr. Nugent 1992: 73, 74). Es así como estos problemas de clasismo y racismo, están enlazados con el problema de la violencia y forman una cadena causal en la que generan aún más discriminación y violencia.

En conclusión, la falta de una identidad sólida radica en puntos diferentes en la Historia Peruana desde la época de la Conquista. Sin embargo, uno de los planes de desarrollo de un gobierno es el de la modernidad no sólo material, sino cultural y esta consiste en el reconocimiento de todas las personas pertenecientes a diferentes grupos sociales, eliminando de este modo cualquier tipo de omisión y exclusión.



BIBLIOGRAFÍA

MONTERO, Víctor (1995) Psicología e Identidad Nacional. Lima: Tetis Graf

MANRIQUE, Nelson y TRELLES, Efraín (1996) Conquista y Orden Colonial. Lima: SUR Casa de Estudios del Socialismo: Derrama Magisterial.

NUGENT, José Guillermo (1992) El laberindo de la choledad. Lima: Fundación Friedrich Ebert.

ARROSPIDE DE LA FLOR, César (1979) Perú: Identidad Nacional. Lima: Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participación.

La Identidad nacional, Qué opinan los estudiantes

En esta encuesta usamos como muestra 40 estudiantes universitarios de diferentes carreras para comprender que piensan ellos sobre la identidad nacional.





En las encuestas realizadas pudimos apreciar que la mayoría de personas opinan que nuestra identidad está en proceso (40%) y el 32,5% de encuestados piensa que es imposible que logremos una identidad. También, se aprecian respuestas que se contraponen, ya que ciertas personas consideran que la identidad peruana no existe (30%), mientras que otros creen que es una realidad (30%). Asimismo, el 32,5% de estudiantes opinó que se sienten más que nada identificados con la gastronomía peruana, siguiéndole con un 30% la identificación con Cuzco. Por otro lado, se observó que en su gran mayoría los jóvenes sienten impotencia y conformismo cuando piensan en nuestro pasado histórico. Cuando se les preguntó con que consideran que se relaciona más la palabra “cholo”, un 25% respondió que el trabajador y 25% el vivo.
Por lo tanto, se pueden apreciar ideas diversas y en ocasiones opuestas, más que nada con el tema de la identidad nacional, mostrando cierta confusión sobre quiénes somos y en qué parte del camino estamos.

viernes, 28 de mayo de 2010

Entrevistas a chicos de la UPC

Entrevistamos a un promedio de 20 personas mostrándoles diversas preguntas de diferentes épocas de la historia peruana. Estas entrevistas fueron hechas en el campus de la Upc, exclusivamente a jóvenes universitarios entre las edades de 18 a 22 años.

1.- Creían que la independencia fue un proceso logrado por los peruanos?

- 12 personas respondieron que no
- 8 personas respondieron que sí.

2.- Cuáles de los siguientes objetivos de la independencia crees que se lograron cumplir?

- 9 personas dijeron que Liberarnos de España
- 4 personas dijeron que la Igualdad social
- 7 personas restantes respondieron que fue la Descentralización política y económica.

3.- Muchas empresas chilenas han ocupado nuestro mercado. Esto lo ves como una…

- 14 personas lo ven como una amenaza
- 6 personas lo ven como una oportunidad

En muchos de los casos las personas dudaban al responder pensando que se evaluaría su nivel cognoscitivo, sin embargo, respondieron según criterios personales. La última pregunta fue la que más nos llamo la atención ya que dudaban mucho al responderla, pero al final, se dio a relucir las rencillas que todavía se vive en nuestra realidad a causa de nuestro pasado.




Racismo y agresión en Larcomar

Ellos se reservan el derecho de admisión.

Epopeya de "los cholos" en Chile

Perú y Chile... diversas perspectivas

MESTIZO PERU, peruaneishon creativeishon



La creatividad de los peruanos es inimaginable...

PERUANOS: "Ser cholo en el Perú"

¿Que es ser cholo en realidad? ¿Lo sabes tú?

viernes, 7 de mayo de 2010

Un pasado que aùn es dificil de olvidar

La guerra del pacifico como muchas guerras dejo secuelas lamentables. A diferencia de otras guerras, esta todavía es un impedimento para que hermanos peruanos y chilenos puedan llevar una buena relación; el pasar de los años todavía no hace posible que las rencillas pasadas queden en el olvido, es más cada día aumentan los dimes y diretes entre estos dos países. Pero por que sucede todo esto? Que sucedió para que se de esta guerra? Según mucho autores la verdadera guerra no era entra Perú y Chile (cabe resaltar que la guerra se dio entre Bolivia y Chile, Perú se vio involucrado por un “tratado secreto” que se mantenía con Bolivia) En si países Europeos fueron la cabeza de todo esta operación, siendo Chile el instrumento para iniciar este conflicto. Los autores también resaltan que Chile como país era unido, es por esto que obtuvieron un resultado “esperado”, por el contrario califican a Peru, como una nación que peleo por fulano o por mengano. En la actualidad esto se ve reflejado por los bochornosos escándalos que hace algún tiempo atrás protagonizo un compatriota que vendió información del Perú a los Chilenos, la desunión existe en todas partes del mundo, pero este tipo de acto fue muy mal visto, por el pasado de nuestra historia. Así mismo, también podemos observar que esta guerra no solo provoco rencillas políticas y económicas, en la sociedad existió y existe una variedad de discrepancias, por el solo hecho de ser peruano o ser chileno. En una encuesta que realizamos, planteábamos que en la actualidad muchas empresas chilenas están habitando nuestro mercado, muchas personas respondieron que observaban esto como una amenaza, pocas fueron las personas que respondieron que lo veían como una oportunidad. Pero porque ven como amenaza a Chile y no a empresas por ejemplo a empresas Norteamericanas, Brasileras, etc? Si bien es cierto, nuestra historia aún nos persigue, en el presente se planea y especula una próxima guerra, a raíz de que? La respuesta es muy simple, nuestro pasado. Porque no somos como otros países, como Alemania, Rusia, Hungría, entre otros, que pese haber tenido guerras mundiales, mantienen mejores relaciones. ¿Que nos falta para poder olvidar? Como personas, como peruanos, como seres humanos, ¿Por que no miramos un futuro sin estar pendiente del pasado? Hasta cuando continuara todo esto? En si, no lo sabemos; pero la posibilidad de poder cambiar nuestra historia, está en nuestras manos.

La UPC opina

Y tú, ¿Te casarías con un negro?

Qué es un Trabajo Decente entrevista a Julio César Bazán

¡¡¡ Nos reservamos el derecho de admisión!!!




Desde el surgimiento de la colonia, las familias de la élite limeña han sido muy selectivas en cuanto a la formación de sus grupos sociales. Su ascendencia “notable” los hacía sentirse superior frente al indio o cholo y al negro, marcaban un límite en cuanto a su acercamiento a ellos. Esto se podía evidenciar, por ejemplo, cuando se realizaba el cumpleaños de uno de los comerciantes más distinguidos de la Lima colonial, reunión en la que sólo asistían personas que gocen de sus mismas “condiciones” (una casa propia, holgura económica, e incluso en la mayoría por el apellido) y no los negro, quienes eran esclavos y a veces tratados como animales, ni muchos menos lo indios porque eran considerados como obreros y campesinos sin educación ni formación.
En la actualidad, ocurre algo parecido, aunque muchos de nosotros no aceptemos ese racismo, en algunos “inconsciente” y en otros “consciente” sigue siendo aún muy frecuente, y es que ese prejuicio de considerar que algunas razas son superiores a otras, para un país cuyo objetivo es buscar la homogeneidad en igualdad de oportunidades resulta contradictorio. Veamos un ejemplo, muchos de nosotros vamos a discotecas, clubes, entre otros centro de recreación y quienes somos más perspicaces, hemos podido encontrar una típica frase sea en la entrada del local o en una tarjeta la típica frase “nos reservamos el derecho de admisión”. No es acaso, una forma de tratar de excluir a esas personas que no pueden ser “admitidas” por factores que son explícitos.
El texto de Patricia Oliart, en su artículo “Poniendo a cada quien en su lugar: estereotipos raciales y sexuales en la Lima del siglo XIX,” nos muestra una descripción de los prejuicios que tenían los limeños o criollos de la colonia. Sustentaban que nuestro país debería buscar el “blanqueamiento” mediante la migración europea, pues la pertenecer a la raza blanca significaba ser superior frente a otras sociedades, culturas, etc.(2004: 78) Todo esto va ligado a los anuncios publicitarios que muchas empresas dedicadas a la moda, venta de bebidas alcohólicas, autos, etc. que presentan la imagen de una persona de tez blanca, cabello castaño, de “buena presencia”, y a su lado una mujer casi con las mismas características . Por otro lado, Oliart en su texto revela la idea que los europeos tienen acerca de los limeños de aquel entonces. Las características: flojo, inútil, falta de voluntad ante el trabajo, dificultad para asumir responsabilidades, gusto por el ocio, etc. forman parte de ese concepto que los europeos de esa época tenían de la “gran élite limeña.” Resulta gracioso e incluso irónico que los europeos cataloguen a los pobladores de la colonia con esos términos, siendo ellos el estereotipo al que quieren llegar.
Asimismo, la sociedad actual se ha visto influenciada por esos estereotipos que siguen vigentes. Sólo quienes se aproximen a las características de quienes aparecen en anuncios publicitarios son, en la mayoría, los que se sienten superiores frente a alguien que se aleje a dicho estereotipo. Marginaciones en discotecas, clubes, restaurantes, entre otros que son definidas omniscientemente como de clase “A” no permiten, generalmente, el ingreso a personas con rasgos andinos o afroamericanos pues consideran que si se les permite el ingreso su nivel o estrato social se vuelve inferior.
Finalmente, es triste aceptar que un país como el nuestro, con gran diversidad racial, siga “cargando sobre su espalda” esa herencia nociva para nuestra realidad social actual, porque lo único que generó, genera y generará será la división y el resentimiento entre una sociedad que cuyo objetivo se debe ver orientado por la búsqueda de una igualdad de oportunidades y la unión pacífica y armoniosa de todas las razas que cohabitan en nuestro país.

Evo es peruanazo

jueves, 6 de mayo de 2010

Ser cholo en el Perú

Informalidad laboral: el peruano explotado y explotador

Escrito por: Melissa Freyre


En nuestro país, uno de los problemas más grandes que existen es la informalidad. Esta está presente en muchos ámbitos de la sociedad, incluyendo el área laboral. No nos es extraño escuchar que las personas trabajan más de ocho horas diarias o que a pesar del largo tiempo que tienen en su empresa no los ponen aún en planilla. Tampoco nos parece raro escuchar que hay personas que reciben una remuneración menor al sueldo mínimo. Por medio de estos ejemplos, podemos darnos cuenta de que la informalidad laboral es problema que lo vemos todos los días, al ver a los cobradores de “combis” que trabajan desde las 6am hasta las 11pm, al ver a obreros que trabajan en las construcciones sin la protección y la seguridad necesaria, etc. En este artículo nos centraremos en explicar lo que es la informalidad laboral, cuáles son nuestros derechos como trabajadores y algunas de las causas del problema.
En primer lugar, deberíamos preguntarnos ¿qué es la informalidad laboral? El término informalidad significa la falta de respecto a las normas, asimismo, como la falta de seriedad o protocolo. Por eso, se puede decir que la informalidad laboral consiste en el quebrantamiento de las normas en lo referente a los derechos del empleado y las obligaciones del empleador, o sea, a lo legalmente establecido. En nuestro país el 66% de las empresas no registran a sus trabajadores en planilla, siendo en el caso de las microempresas un porcentaje más alto aún, llegando al 90%, o sea solo un cuarto de las empresas a nivel nacional cumplen con las regulaciones reglamentarias parcialmente, por lo que se podría decir (según ciertos estudios) que a más pequeña la empresa mayor la informalidad.
En segundo lugar, debemos saber cuáles son las obligaciones de nuestro empleador para con nosotros. En nuestro país, muchas personas desconocen sus derechos como trabajadores, por lo que permiten la explotación. Recuerdo que en un reportaje presentado en un canal nacional se mostró un caso, el cual me sorprendió mucho y trataba sobre un joven que tenía un trabajo como cargador de sacos de arroz, el cual trabajaba definitivamente más de ocho horas diarias y recibía un mísero sueldo de doscientos soles mensuales. Así como este caso, existen millones en nuestro país, en los que se observan el desequilibrio entre las horas de trabajo, el esfuerzo del empleado y la remuneración recibida. Aparte de lo mencionado, debemos agregar criterios como la seguridad y la higiene en el trabajo, ya que en muchas empresas los empleados trabajan en condiciones antihigiénicas, en las que pueden contraer enfermedades. Asimismo, la seguridad es sumamente importante, porque en trabajos como los de construcción informal, manejo de maquinarias y electricidad, entre otros, se percibe la indiferencia de los empleadores con respecto a invertir en instrumentos y sistemas que brinden protección a sus empleados. Por todo lo anterior, se mencionarán brevemente nuestros derechos como trabajadores: los empleados en planilla deben de contar con un salario que se considere digno (considerándose el número de horas de trabajo, que no sea menor al sueldo mínimo y verificando el promedio de ingresos para tal calificación), un horario de trabajo no mayor de 48 horas semanales, descanso semanal obligatorio, asignación familiar (se abona el igual al 10% de una remuneración mínima en caso de tener hijos menores de edad), indemnización por despido, pago de CTS (en mayo y en noviembre), pago de gratificaciones (en julio y en diciembre), pago de utilidades (en febrero), pago de horas extras y vacaciones remuneradas. En cuanto a los empleados que no están en planilla, según la página Labora Perú se aplicaría lo siguiente a los trabajadores de esa categoría:
“El Artículo 4º de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral (Decreto Supremo 003-97-TR) así lo reconoce cuando señala que “en toda prestación de servicios remunerados y subordinados se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado“. Por lo tanto, la condición de trabajador no depende de si uno está o no registrado en las planillas de pago de trabajadores de la empresa, o de si el comprobante de pago de sus remuneraciones es un recibo por honorarios o una boleta de pago. Depende únicamente de que se presenten las 3 condiciones que exige la ley: que el trabajador preste un servicio, que el empleador pague una remuneración y que el servicio sea prestado bajo la dirección del empleador. De tal modo que si se verifican dichas condiciones se debe considerar a la persona que presta el servicio como un legítimo trabajador. A esto se llama “el principio de primacía de la realidad” que establece que para determinar si una persona es o no trabajador prevalece la realidad de los hechos y no las formalidades ni la documentación que pudieran haberse adoptado para simular la inexistencia de relación laboral”[1].
Algunas de las causas de la informalidad laboral consideramos que son la informalidad como conducta aprendida por los peruanos, la ignorancia de los trabajadores con respecto a sus derechos, y la sumisión del peruano. La informalidad como mala conducta del peruano, la encontramos en prácticamente todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos, en el trabajo, en nuestro centro de estudios, en la familia, en nuestro rol de ciudadanos, entre otros. En sí, por lo general los peruanos buscamos quebrantar todas las leyes: infringir las reglas de tránsito, evadir impuestos, aprovecharnos de las personas pagándoles de menos o no pagándoles, no respetamos los derechos de los demás, robamos los servicios de otros como el agua, el cable o hasta tomamos como nuestros espacios que no nos pertenecen, etc. En realidad, la informalidad, es un gran problema en el Perú, la famosa “viveza” del peruano es muy difícil de erradicar. Otra causa es la ignorancia del peruano con respecto a sus derechos, ya que muchas veces no buscamos instruirnos al respecto, sino que tomamos una actitud conformista, la cual está ligada a la sumisión, que es una más de las causas. No solo debemos preguntarnos el porqué los empleadores explotan a sus empleados, sino también, preguntarnos el porqué los peruanos aceptamos ser explotados. La razón principal parece remitirse a la conquista, tiempo en el que los peruanos fuimos sometidos por los españoles. En esa época, los indígenas eran obligados a realizar duros trabajos, siendo víctimas de abusos físicos y psicológicos por los encomenderos, además de recibir una ínfima remuneración. De cierta forma los peruanos seguimos siendo sumisos y seguimos callando las injusticias, por lo que son acertadas las palabras de nuestro presidente Alan García al decir que “la informalidad laboral es esclavitud moderna”[2], con las cuales podemos relacionar nuestra realidad actual con nuestro pasado. En realidad, existe cierta contradicción en nuestro comportamiento, a veces somos los “vivos” y en otros momentos, los explotados.






Fuentes:



-AMAT Y LEÓN CH., Carlos (2006) El Perú nuestro de cada día : nueve ensayos para discutir y
decidir. Lima : Universidad del Pacífico.
-http://www.cronicaviva.com.pe/content/view/38780/36/

SeeP - El Perú independiente - Bloque 1

Cada uno baila con su propio pañuelo: El mito de la independencia






La independencia del Perú fue el periodo de revolución e independización de la monarquía española con la consecuente consolidación de una República con igualdad para los integrantes de la sociedad. En otras palabras, la independencia no sólo buscada el desarrollo material, político y económico; sino también un desarrollo espiritualSeguramente es lo que todos sabemos acerca de la independencia del Perú. Entonces, cómo explicar la estratificación social que se vive aún luego de este periodo, cómo explicar la divergencia de intereses de cada una de las clases sociales de la época, la desorganización del espacio peruano y la centralización del desarrollo en pocos espacios y sectores del país. ¿Es esto acaso la independencia de la que tanto se nos ha enseñado en la escuela?

La independencia del Perú tuvo como objetivo la toma de conciencia nacional y la igualdad de los integrantes de la sociedad como consecuencia de la liberación del dominio español (Basadre 2001: 15,16). Sin embargo, en comparación con muchos otros países, la independencia no fue un objetivo o un bien común de toda la sociedad. Mientras que los criollos buscaron liberarse de los peninsulares, los mestizos buscaron tener mejores posiciones. Por otro lado, los indios buscaron la abolición del tributo, mientras que los negros, liberarse de la esclavitud (Bonilla 2001: 43). Esto demuestra que no sólo existía una sociedad clasista en la época, sino que cada sector social buscaba su propio bien. Todo esto suena muy familiar en la actualidad. Cada sector de la sociedad peruana actual baila con su propio pañuelo.

Esta división de clases y su imposible unificación tiene su explicación, según Heraclio Bonilla, en los siguientes postulados. En el siglo XVIII, Carlos III promulgó una ley de libre comerció entre España y sus colonias. Para ese entonces, Lima era el centro del monopolio comercial. Es así como los ingresos comenzaron a ser desiguales en hispanoamérica. La gran competencia de mercancías incrementaron la actividad comercial en los demás países mientras que Perú se estancaba. Esto se debió a la falta de desarrollo y organización productiva, ya que en ese entonces, los ingresos del País se basaban en el monopolio comercial y la mineria. Es así como la crisis política se volvió económica y socialmente perjudicial para el país. Las riquezas comenzaron a pasar a manos de la élite limeña, generando resentimientos entre los criollos de las provincias. Se desarrollaron grupos urbanos y rurales heterogéneos que generaron tensiones en el país. (Bonilla 2001: 53-56)

Toda esta diferenciación y exclusión entre clases provocaron que la nación no se condujera a una clara conciencia del sentido del proceso de independencia. Los indicios de movilizaciones populares incrementaron esta exclusión y las luchas por la independencia no tenían el principio de "nación" como lo tenían las demás Repúblicas.

En la actualidad aun se observa esta diferenciación de clases, sociedades y por ende de objetivos y logros. Esto se vio claramente en el problema de Bagua ocurrido el año pasado en el que el respeto y los principios de ciudadanía se vieron resquebrajados. Aún tenemos esta huella del mito de la independencia en la actualidad. Tal vez hemos sido liberados del dominio español, pero aun existe un dominio por parte de élites y “clases altas”. Los ingresos y desarrollos en diferentes planos como el urbano, educacional y de salud, entre otros, tan sólo llega para una parte de la población, específicamente en Lima. Es por esto que la única solución para resolver este problema es eliminando este mito observando la realidad actual, incluyendo a todas las personas y ciudadanos como una nación y eliminemos de una vez el dicho de "cada uno baila son su propio pañuelo", y empecemos a realizar una danza de unión en busca de la verdadera conciencia colectiva de independencia: igualdad.


BIBLIOGRAFÍA

- BASADRE, Jorge (2007) La promesa de la vida peruana: ?para qué se fundó la República?

- BONILLA, Heraclio (2001) Metáfora y realidad de la independencia en el Perú. Lima: IEP


viernes, 23 de abril de 2010

Perú opina

Realizamos encuestas a 30 personas. La mayoría de personas encuestadas fueron mujeres, estudiantes y de edades entre los 17 a 21 en su mayoría. Les planteamos seis preguntas, las cuales consistían en el enfoque del Perú como país y también en lo que significa ser peruano. En los aspectos positivos que se resaltarían del Perú, la mayoría de las personas dieron mayor énfasis a los recursos turísticos y a la gastronomía. Los mayores problemas del Perú, resaltaron la pobreza y el mal manejo político que se vive. Al momento de considerar cualidades de los peruanos, las personas encuestadas repitieron mucho lo trabajadores que son los peruanos y así mismo lo relacionaron automáticamente con la creatividad. Por lo contrario al preguntar cuales crees que son los defectos de los peruanos, nos dijeron curiosamente, que los peruanos son conformistas y flojos. Al preguntar en qué momento se sintieron más orgullosos de ser peruanos, las personas atinaban a responder que se sintieron orgullosas cuando Macchu Picchu fue declarada una de las 7 Maravillas del Mundo, así también al ver el gran avance del boom gastronómico internacionalmente. Por último preguntamos en qué momento se sintieron mas decepcionados de ser peruanos, hubieron opiniones un poco más diversas ya que algunas personas se enfocaban en el plano social, político y otras por lo económico. Esto dio como resultado una mayor atención por lo social, por las consecuencias que, según los encuestados, es algo lamentable que día a día se siga observando; la informalidad de las personas, como por ejemplo, actos de corrupción y piratería.

En Conclusión, al realizar esta encuesta pudimos apreciar que las ideas de los peruanos está dividida, si bien es cierto existen algunos puntos de vista parecidos en ciertos aspectos, pero no en todos, las necesidades de las personas influyen mucho al realizar este tipo de encuesta, por otro lado la diferencia de edades hizo posible una mayor diversidad.

jueves, 22 de abril de 2010

Mentalizando históricamente al Perú


El gráfico o mapa mental de este blog, trata de explicar como a lo largo de la historia peruana se ha ido consolidando parte de nuestra identidad, y como ha ido evolucionando ese proceso en nuestra realidad peruana. La diversidad cultural, la religion, nuestras costumbres, nuestro orgien, nuestros destinos turísticos, entro otras cosas son plasmadas en este gráfico.

Perú Hoy

Cholo soy, y no me compadezcas


La sociedad peruana actual, se ha convertido en una complejidad sea ya para definirlo o describirlo desde distintos puntos de vista, decimos esto, ya que, la diversidad cultural, racial e ideológica no pueden ser comprendidas en conjunto mas sí por asociación. Debemos comprender al Perú como un conjunto de realidades, y que no existe lo “normal” y “lo extraño” (como sí se tratara de una especie de xenofobia entre los que residen o viven en la capital y los que viven o migran de las provincias), ya que sí bien es cierto, que lo mencionado puede ser admirado como un ideal, no se aplica en la realidad.

Juan Luis Orrego Penagos, historiador y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en su texto” El problema de la discriminación en el Perú: Balance histórico y situación actual”, ilustra el panorama de la situación a lo largo de su historia, en el que trata temas como el origen de las diversas castas que existieron y existen, y los estamentos que se han regido desde la conquista de los españoles; por otro lado, relata también temas del racismo desde aquel intercambio cultural que fue uno de los inicios para que el mencionado racismo o discriminación se arrastre hasta la actualidad.

De la colonia hasta la mitad de la república se ha presentado el racismo con gran intensidad pues funcionaba un sistema jerárquico que resultaba nocivo para los que se encontraban en la base de dicha clasificación pues recibían maltratos y fueron desconectados de las decisiones que su futuro país tenía que tomar. Durante los inicios de la república, la independencia no significo nada para la esclavitud, pues sí bien muchas razas iban alcanzando su emancipación, fueron descartados para temas como la política, la adquisición de ciertas comodidades, y sobre todo la educación.(Orrego 2003:3)

Otro aspecto que puede explicar del porqué en la actualidad seguimos con esas prácticas, algunas veces inconscientemente, fue porque el mercado lo exige. Muchos medios comunicativos como la publicidad han puesto como imagen a un individuo blanquiñoso, exitoso y con “buena presencia”. Esto se ha visto reflejado, por ejemplo, en algunos s de diversión como discotecas que suelen usar una tradicional frase “ se reserva el derecho de admisión” lo cual se basa en las características de la imagen de una persona” normal” mencionada líneas más arriba. Se han suscitado casos en los que se han hecho público este tipo de casos en los que se les han negado el ingreso a personas distintas a ese estereotipo generado por el marketing.

Como conclusión, el Perú es un país multicultural y plurilingüe, sin embargo se suele separar o excluir a personas con distintas ideologías, prácticas culturales, religión, etc. La riqueza cultural de nuestro país depende del mestizaje y las demás castas heredadas a través de la historia, y es por eso que para crear una identidad peruana y una democracia, se debe empezar a buscar la igualdad y equidad.

La diversidad, ¿problema o éxito?


El Perú se caracteriza por ser un país muy variado, no solo en sus tres regiones, costa, sierra y selva; si no también en la variedad del proceso de su historia, de su cultura. Los peruanos, como sociedad poseen características, una de ellas es la creatividad y se ha ido incrementando con el pasar de los años, así mismo se ha ido perdiendo, lo andino, es decir, los orígenes. ¿Cómo es el Perú de hoy? Pues si bien cierto nuestro país tiene una diversidad increíble que es un éxito pero también un problema. Al momento de pensar en ir a comprar ropa, ¿en qué piensan las personas? En Gamarra, pues este gran emporio comercial empezó como muchos de los negocios que existen hoy en día, pero gracias al empeño e interés de los comerciantes y empresarios, Gamarra es uno de los principales centros comerciales del país, no solo por la comodidad de sus precios sino también por la calidad de sus productos, como por ejemplo el algodón peruano, uno de los mejores del mundo. También podemos encontrar una gran y valiosa diversidad en la gastronomía; que en los últimos años ha ido cobrando mayor importancia, no solo por las exquisitas recetas, sino también por su origen, la procedencia que hizo en la actualidad a la comida peruana una de las más deliciosas del mundo, esto se aprovecha con las variedades de tubérculos que el Perú tiene y sabe explotar, al decir esto podemos poner como ejemplo el millonario contrato que se hizo con la empresa Lay’s , que manifestó al Perú como su fuente de trabajo. Así mismo, uno de los procesos particulares que el Perú posee es la historia de los andes que es distinta a la que se vivió en otras partes del mundo, en el Perú sobresalieron las cordilleras, valles, desiertos a manera de oasis. Macchu Picchu, por ejemplo, al ser declarado una de las 7 Maravillas de mundo, creó un mayor valor por lo nuestro, las personas se sintieron más identificados con la patria, e internacionalmente al decir Cuzco ya se relaciona con Perú. Así mismo, se debe tomar en cuenta la gran diversidad que poseemos, para poder transformar y utilizarlo en términos económicos sociales y políticos; hoy en día hay mucha discrepancia entre estos tres. La sociedad no se pone de acuerdo con la política mayormente por temas económicos. Es así como surgen interrogantes como Por qué en el pasado no sucedió lo mismo? Por qué antes era todo más ordenado?, es aquí donde debemos tener en cuenta la habilidad de cambio que se nos puede facilitar por diversas posibilidades, podría ser por ejemplo, el turismo, que cada día toma mayor importancia. Por otro lado observemos al Perú como una diversidad dentro de una homogeneidad; es aquí donde se da la coexistencia de distintas culturas, las ideologías de las personas andinas que se arrastran hasta el día de hoy, en el pasado las personas hacían rituales, celebraban de diversas maneras por ejemplo. En el presente aún se mantienen algunas de estas costumbres, en los pueblos de la sierra, todavía se rinde culto a ciertos “santos”, se cree mucho en la “pacha mama”, y las personas que trabajan con la tierra le rinden culto para un mejor trabajo, son cosas que el tiempo no puede borrar en ciertas sociedades. Esto se vio reflejado en la película “La teta asustada” en donde se puede observar una serie de manifestaciones propias de una clase social especifica. Dicho todos estos puntos, estaría bien continuar con la frase que dice que ¿los peruanos son unos mendigos sentados en una silla de oro? Pues, si bien es cierto somos un país, una sociedad que está en crecimiento continuo y tiene en su poder todo para poder ser uno de los mejores del mundo. Entonces como deberíamos mirar y tratar al Perú ¿como un éxito o como un problema?